Manta se consolidó como un destino turístico clave durante el atípico feriado por la Independencia de Guayaquil (9 al 12 de octubre), a pesar de estar marcado por el paro indígena que restringió la movilidad en varias provincias de la Sierra. La ciudad costera recibió a 55.000 visitantes, quienes disfrutaron de sus playas, gastronomía y festivales. Este movimiento turístico generó ingresos superiores a $3,6 millones para los sectores de hospedaje, alimentos y servicios, según datos del Municipio de Manta.
El sector hotelero de Manta experimentó un repunte en la ocupación, alcanzando un promedio del 55% y un máximo nivel el sábado 11 de octubre, de acuerdo con Jaime Ulloa, dirigente del gremio. Sin embargo, Ulloa precisó que la mayoría de los visitantes provenían de la Costa, con una notable baja afluencia de turistas de la Sierra. La principal razón esgrimida por los turistas con prerreservas que cancelaron fue el temor a viajar con niños debido a la inestabilidad y los cierres viales causados por las protestas.
El impacto del paro se sintió en las expectativas del sector. Jorge Catagua, dueño de un restaurante en Tarqui, comentó que el feriado fue “muy regular” y no lo que esperaban para un asueto de cuatro días, lamentando que “habría sido un feriado mucho mejor si el paro no se hubiera registrado”. Para contrarrestar la baja afluencia, algunos hoteles implementaron estrategias comerciales, como ofrecer un 50% de descuento en alojamiento o congelar las tarifas habituales. El sector se mantiene a la expectativa de una disminución en las tensiones políticas para futuros feriados.