El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz, confirmó que no invitará a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua a su ceremonia de posesión, prevista para el 8 de noviembre, marcando un giro histórico en la política exterior del país andino.
Paz, quien asumirá el mando tras una ajustada victoria en las elecciones, señaló que su gobierno buscará fortalecer la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos, alejándose de las alianzas que mantuvieron anteriores administraciones con el eje chavista.
“Bolivia no puede ser cómplice del silencio frente a regímenes autoritarios. Nuestro compromiso es con el pueblo boliviano y con las democracias del mundo”, declaró el mandatario electo.
El anuncio fue bien recibido por gobiernos de la región como Panamá, Paraguay, Uruguay y Ecuador, que ya confirmaron su asistencia. Desde Washington, el subsecretario de Estado Christopher Landau expresó el respaldo de Estados Unidos al nuevo gobierno boliviano, destacando la oportunidad de “una relación renovada basada en valores democráticos”.
