Jessica Simpson, la icónica cantante y empresaria de 45 años, ha revivido un episodio hilarante y revelador de su juventud en una entrevista exclusiva con Entertainment Tonight. Durante las grabaciones de la quinta temporada de la popular sitcom That ’70s Show, Simpson, entonces de 22 años, confesó a su colega Ashton Kutcher que aún era virgen, una revelación impulsada por su convicción personal de esperar hasta el matrimonio. La anécdota, compartida con gracia y sin filtros, resalta la inocencia de una estrella emergente que navegaba entre la fama y sus valores cristianos.
El momento ocurrió en el set de la serie, donde Simpson interpretaba a Annette, un personaje fugaz pero memorable, y Kutcher ya era una de las caras principales del elenco. “Nunca olvidaré cuando le dije a Ashton que era virgen. Él me dijo: ‘¿Por qué?’”, relató Simpson entre risas, recordando la sorpresa genuina de su amigo. Ella respondió con naturalidad: “Porque no he conocido a mi esposo todavía”. Aunque ya había cruzado caminos con Nick Lachey, su futuro esposo con quien se casaría en 2002, Simpson mantenía su promesa de castidad, un principio arraigado en su crianza. “A los chicos les gustaba eso”, añadió con picardía, reconociendo cómo esa honestidad la convertía en un enigma atractivo para la prensa y los fans.
La confesión no fue un truco publicitario calculado, como aclaró Simpson. “Estoy segura de que me preguntaron qué tipo de chico me gustaba o algo por el estilo. Tenía que ser algo relacionado con el sexo. No iba a presentarme diciendo: ‘Hola, soy Jessica Simpson. Soy virgen’”, explicó. A esa edad, admitió, “yo era muy, muy inocente. No estaba pensando en la vida sexual de otras personas en absoluto”. Su apertura, sin embargo, se filtró rápidamente a los medios y se convirtió en un pilar de su narrativa temprana, apodada como “piernas cruzadas —pero abierta”, una metáfora que ella misma acuñó para describir su mezcla de timidez y franqueza.
Este no fue el único cruce romántico ficticio entre Simpson y Kutcher. La cantante reveló que eligió al actor como su interés amoroso en la versión original del videoclip de su sencillo debut I Wanna Love You Forever, rodado en 1999 en una mansión lujosa. “Teníamos que, literalmente, valsar”, describió Simpson, evocando una coreografía romántica que capturaba la esencia de la balada. Sin embargo, el video fue descartado por el jefe de su sello discográfico, quien objetó que su cabello ondulado no encajaba con la imagen lisa deseada. Se filmó una segunda versión, esta vez con Simpson sola en un avión vintage rodeada de campos de margaritas falsas, que sí vio la luz. “Hay una ‘versión uno’ que nadie ha visto, y necesitamos que Sony libere los derechos”, bromeó, insinuando un posible relanzamiento nostálgico.
Kutcher, por su parte, no ha comentado públicamente la anécdota en años, pero su reacción inicial de incredulidad parece haber sido el catalizador para que Simpson se sintiera cómoda compartiendo su verdad. Hoy, con una fortuna estimada en 200 millones de dólares gracias a su imperio de moda y fragancias, Simpson reflexiona sobre ese pasado con madurez. “Mi sello discográfico quedó en shock”, recordó, pero enfatizó que su transparencia siempre fue auténtica, no estratégica. Esta revelación llega en un momento oportuno, coincidiendo con el lanzamiento de su nuevo perfume Mystic Canyon, una fragancia que evoca misterio y empoderamiento femenino, y que ya ha generado buzz en las redes.
La historia de Simpson y su virginidad a los 22 años no solo humaniza a una diva del pop, sino que resalta los contrastes de Hollywood: la presión por encajar versus la integridad personal. Mientras fans reviven clips de That ’70s Show y el videoclip perdido genera especulaciones, Kutcher —ahora de 47 años y enfocado en su productora— representa un capítulo juguetón en la autobiografía de Simpson. ¿Veremos esa versión inédita del video? Por ahora, la lección perdura: la inocencia, una vez revelada, puede convertirse en el aroma más perdurable de una carrera.
