El Gran Premio de Qatar de la Fórmula 1 de este fin de semana se regirá por una medida de seguridad sin precedentes: los equipos deberán respetar un límite de 25 vueltas por cada juego de neumáticos durante la carrera en el Circuito Internacional de Lusail. Esta polémica decisión, impulsada por la FIA a solicitud de Pirelli, el proveedor de los compuestos, obliga a los pilotos a realizar un mínimo de dos paradas en boxes. La restricción busca mitigar el riesgo de fallos debido al elevado desgaste que los compuestos sufren en este trazado, caracterizado por sus curvas de alta velocidad y una superficie que incrementa el deslizamiento, lo que puede exponer la carcasa del caucho a residuos y daños.
La preocupación se basa en el análisis de la carrera de 2023, donde varios neumáticos alcanzaron el 100 % de desgaste. Si bien los pianos fueron modificados, el riesgo persiste. Mario Isola, director de deportes de motor de Pirelli, explicó que el límite de 25 vueltas aplica a las ruedas de piso seco (blando, medio y duro) y su incumplimiento podría acarrear la descalificación. Aunque el director del equipo Haas, Ayao Komatsu, expresó su desacuerdo argumentando que la obligatoriedad de paradas “podría destruir la carrera”, Pirelli sostiene que la medida aún ofrece flexibilidad estratégica a los equipos, ya que pueden gestionar sus stints y elegir el momento óptimo para detenerse, sin eliminar por completo la variabilidad táctica.
