Las autoridades de Florida, Estados Unidos, concluyeron que la muerte de Kevin Rodríguez Zavala, un hombre de treinta y dos años que falleció tras subirse a la montaña rusa Stardust Racers en Universal Orlando Resort, fue accidental. La investigación oficial, llevada a cabo por la Oficina del Sheriff del Condado de Orange, ha sido cerrada. El puertorriqueño, que padecía atrofia medular espinal y era usuario de silla de ruedas, murió el 17 de septiembre luego de sufrir un traumatismo contundente. El informe forense determinó que la causa del deceso fue el impacto contundente durante el recorrido, pero confirmó que la atracción funcionaba con normalidad y sin fallas mecánicas en el momento del incidente.
A pesar del dictamen de la oficina forense, el caso ha generado un debate sobre la seguridad y las advertencias de los parques temáticos para personas con condiciones médicas previas. La familia de la víctima, representada por el abogado Ben Crump, ha cuestionado la respuesta de Universal Orlando, alegando que el parque ignoró advertencias sobre la seguridad de la atracción y la minimización de los riesgos para personas con discapacidad. Un testigo, una médica que se encontraba en el lugar, relató que una barra de seguridad parecía estar demasiado baja para el joven y lo encontró sangrando e inconsciente. Universal Orlando Resort ha defendido su posición, afirmando que sus sistemas de seguridad estaban intactos y que el personal siguió los protocolos establecidos.
