El púgil británico Anthony Joshua, dos veces campeón mundial de los pesos pesados, se enfrenta a una drástica reducción de sus ganancias tras su victoria por nocaut técnico frente al youtuber Jake Paul. Aunque la bolsa correspondiente a Joshua se estima en aproximadamente 93 millones de dólares, la carga impositiva en Estados Unidos y el Reino Unido absorberá casi la mitad del premio. La autoridad fiscal estadounidense (IRS) deducirá inicialmente un 37%, equivalente a unos 34,4 millones de dólares, por tratarse de ingresos generados en territorio norteamericano. Posteriormente, el boxeador deberá cumplir con la Hacienda británica (HMRC), que exige el pago de la diferencia hasta alcanzar la tasa máxima del 45% de su país de residencia, sumando otros 7,5 millones de dólares más contribuciones de seguridad social.
Como resultado de estas obligaciones tributarias, Joshua conservará finalmente alrededor de 49,2 millones de dólares, lo que representa cerca del 53% de sus honorarios iniciales. En contraste, Jake Paul, quien reside en Florida —estado que no aplica impuestos sobre la renta—, podrá retener un porcentaje significativamente mayor de sus ingresos al enfrentar únicamente el gravamen federal. A pesar de la contundencia de su triunfo en el ring del Kaseya Center, donde le fracturó la mandíbula a Paul en el sexto asalto, Joshua enfatizó que el combate fue una oportunidad estratégica para mostrar sus habilidades al mundo, restándole importancia al impacto financiero inmediato mientras ya planea futuros enfrentamientos contra figuras como Tyson Fury.
