La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este martes 23 de diciembre que su gobierno no aplicará el impuesto del 8 % a la compra de videojuegos que se tenía previsto para el próximo año. A pesar de que esta tarifa ya había sido aprobada por el Poder Legislativo y publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), la mandataria decidió retirar la medida tras reconocer las dificultades técnicas que implica distinguir entre contenidos violentos y no violentos para efectos de recaudación. Sheinbaum explicó que, en lugar de una carga fiscal, su administración lanzará una campaña nacional orientada a la construcción de la paz y la concientización de jóvenes y adolescentes sobre los riesgos de ciertos tipos de contenidos.
La decisión de dar marcha atrás a este gravamen busca evitar complicaciones administrativas y sociales, priorizando un enfoque educativo y preventivo sobre el recaudatorio. La presidenta subrayó que la nueva estrategia gubernamental se enfocará en mostrar a la juventud las posibles consecuencias de los juegos que promueven la violencia, fomentando un entorno de convivencia pacífica. Aunque no se detalló el mecanismo legal para revertir un impuesto ya promulgado en la Ley de Ingresos, el anuncio ha sido recibido con interés por la industria y los usuarios, quienes enfrentaban un incremento en los costos de estos productos de entretenimiento. Con esta medida, el Ejecutivo federal ajusta su política fiscal de cara a 2026, enfocando sus esfuerzos en programas de responsabilidad social.
