La reciente velada de boxeo protagonizada por Jake Paul y Anthony Joshua en el Kaseya Center de Miami logró una audiencia media estimada de 33 millones de espectadores globales, consolidándose como un fenómeno mediático masivo en Netflix. Aunque la cifra es impresionante y colocó al evento en el primer puesto del Top 10 en 45 países, quedó significativamente por debajo del récord histórico establecido por el combate entre Paul y Mike Tyson el año pasado, que alcanzó los 108 millones de espectadores. Asimismo, la pelea se situó ligeramente por detrás del enfrentamiento entre Canelo Álvarez y Terence Crawford de septiembre de 2025, el cual registró un promedio de 41 millones de dispositivos conectados durante toda la transmisión.
El combate, que terminó con una victoria por nocaut para Joshua en el sexto asalto, generó un impacto digital sin precedentes con más de 1.250 millones de impresiones en redes sociales. El momento culminante, en el que un potente derechazo de Joshua fracturó la mandíbula de Paul, se convirtió en el video de un evento en vivo más visto de la plataforma con 214 millones de reproducciones. A pesar de la brecha con los números de Tyson, los promotores destacaron que la función marcó un hito de taquilla para el recinto de Miami y atrajo a unos 600.000 espectadores adicionales en espacios comerciales de Estados Unidos, reafirmando el creciente interés del público por los eventos deportivos transmitidos directamente a través de servicios de streaming globales.
