Un macabro hallazgo conmocionó a los habitantes de la isla de Muisne, tras el descubrimiento de un cuerpo mutilado en una de sus playas. Pescadores que iniciaban sus faenas diarias divisaron bultos extraños sobre la arena y confirmaron que se trataba de restos humanos esparcidos en el perfil costero. La policía acordonó el sitio para evitar la alteración de la escena por parte de curiosos. Según reportes preliminares, el cadáver presentaba signos de violencia extrema y un avanzado estado de descomposición, lo que dificulta su identificación inmediata por agentes de criminalística. El personal de la Dinased inició las investigaciones para determinar la identidad de la víctima y las circunstancias del crimen.
Las autoridades no descartan que el suceso esté vinculado a disputas entre organizaciones delictivas que operan en la zona norte del país. Se espera que los exámenes forenses en Esmeraldas arrojen datos sobre la causa exacta de la muerte y el tiempo que los restos permanecieron en el agua. Este incidente genera una profunda preocupación en la comunidad local, cuyos habitantes exigen mayor vigilancia policial para garantizar la seguridad en un sector que depende del turismo. Los agentes rastrean áreas aledañas en busca de más indicios que permitan esclarecer este hecho violento que altera la paz del balneario durante la temporada festiva de fin de año.
