Ciudad de México, México – Las remesas enviadas a México experimentaron en abril su caída más pronunciada en casi 13 años, una situación que, según analistas y datos del Banco de México, se vincula directamente con la preocupación generada por las políticas migratorias de Donald Trump. Este descenso subraya la vulnerabilidad económica de los hogares mexicanos que dependen de estos flujos de dinero.
Según el Banco de México, las remesas a México cayeron un 12.1% en abril respecto al mismo mes de 2024, totalizando 4.761 millones de dólares. Este significativo retroceso es el más grande registrado desde hace más de una década. Los expertos atribuyen esta baja no solo a un posible deterioro del mercado laboral en Estados Unidos, sino, de manera crucial, al temor de los migrantes a ser deportados, lo que los desincentiva a trabajar y enviar dinero a sus familias.
El impacto no se limita al monto total; el número de transacciones desde Estados Unidos también disminuyó en un 8.1%, mientras que el monto promedio por operación se redujo un 4.5%, situándose en 385 dólares. En el acumulado entre enero y abril, las remesas mostraron una caída del 2.5% interanual, sumando un total de 19.015 millones de dólares.
La propuesta de la administración Trump de gravar las remesas ha sido un punto de fricción constante con el gobierno mexicano. El gobierno de México ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por las posibles disrupciones que tales medidas podrían generar en la economía de miles de familias, destacando la importancia vital de estos recursos para el bienestar social del país. La incertidumbre política en Estados Unidos y la amenaza de una mayor represión migratoria siguen siendo factores clave que moldean el comportamiento de los flujos de remesas hacia México.
