En la cuarta semana del juicio contra el conocido rapero Sean “Diddy” Combs, acusado de tráfico de personas y abusos reiterados, entre otros delitos, el nombre de Leonardo DiCaprio ha surgido por primera vez en relación con las infames “fiestas blancas” organizadas por el músico. Según un testimonio presentado en los tribunales de Nueva York, una exasistente personal de Combs, identificada como Mia, mencionó al actor junto a otras celebridades como Mick Jagger y Madonna.
Mia, considerada una testigo clave en el caso, afirmó que Diddy se refirió a DiCaprio como “ese hijo de p… de Titanic”, sugiriendo una relación de confianza entre ambos. Además, relató que el rapero afirmó en un mensaje de texto haber ganado más dinero que el actor en un juego o apuesta. Este testimonio se dio en medio de un intenso interrogatorio por parte del abogado de Combs, Brian Steel, quien acusó a Mia de mentir y de formar parte de un supuesto “plan del #MeToo”.
El juicio, que se espera que dure al menos dos meses, ha destapado detalles perturbadores sobre las fiestas organizadas por Combs, donde se alega que se cometían actos de abuso sexual, grabados en videos para chantajear a las víctimas. Las autoridades encontraron pruebas, incluyendo grabaciones, drogas y armas, durante allanamientos a las propiedades de Combs en Miami. Estos eventos, conocidos como “Freak Offs”, habrían involucrado a numerosas figuras públicas, aunque no se ha establecido que DiCaprio esté directamente implicado en los delitos.
Leonardo DiCaprio, conocido por su asistencia regular a las “fiestas blancas” de Combs, ha intentado desvincularse de las acusaciones. Fuentes cercanas al actor han declarado que no ha tenido contacto con Diddy en años y que su presencia en estas celebraciones, comunes entre celebridades en los años 2000, no implica participación en actividades ilícitas.
El caso continúa generando revuelo en Hollywood, con especulaciones sobre la posible implicación de otras figuras prominentes. A medida que el juicio avanza, se esperan más revelaciones que podrían sacudir aún más la industria del entretenimiento.
