El 6 de junio de 2025, Dmitry Novikov, vicepresidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma rusa, afirmó que Rusia podría otorgar asilo político a Elon Musk si lo necesitara, tras su enfrentamiento público con el presidente estadounidense Donald Trump. La oferta, reportada por TASS, surge en un contexto de tensiones entre el Kremlin y Washington, agravadas por negociaciones fallidas sobre Ucrania. Aunque Novikov considera improbable que Musk requiera asilo, destacó que Rusia estaría dispuesta a proporcionarlo.
La disputa comenzó el 5 de junio cuando Musk calificó el proyecto de ley presupuestaria de Trump como una “abominación repugnante”, criticando su gasto excesivo y falta de transparencia. Trump, desde la Oficina Oval, expresó decepción, afirmando que Musk conocía el proyecto y lo acusó de volverse “loco” tras dejar su rol como asesor. Musk intensificó el conflicto en X, sugiriendo que Trump figura en los archivos de Jeffrey Epstein, sin pruebas, y apoyó un tuit que pedía su destitución, aumentando la tensión.
El exmandatario ruso Dmitri Medvédev bromeó en X sobre mediar entre ambos, pidiendo acciones de Starlink como pago, mientras el Kremlin evitó comentar, calificándolo como un asunto interno de EE.UU. La ruptura afecta a las empresas de Musk, con Tesla cayendo un 14% en bolsa y contratos de SpaceX en riesgo, como la cápsula Dragon, clave para la NASA. Este conflicto refleja una fractura en la relación política y personal entre ambos, con implicaciones para la industria tecnológica y la política estadounidense.
