La Asamblea Nacional de Ecuador, instalada el 14 de mayo de 2025, conformó sus 15 comisiones especializadas permanentes el 16 de mayo, tras intensas negociaciones políticas lideradas por las bancadas de Acción Democrática Nacional (ADN) y Revolución Ciudadana (RC). La sesión plenaria, convocada por el presidente legislativo Niels Olsen a las 15:00, definió la distribución de 150 espacios entre los asambleístas, excluyendo al presidente, para los próximos dos años.
ADN, con 70 votos asegurados (66 propios más apoyos de Steven Ordóñez, Pablo Jurado, Mónica Salazar y Samuel Célleri), consolidó su mayoría con el respaldo de hasta seis asambleístas de Pachakutik, incluyendo a José Nango, Edmundo Cerda, Fernando Nantipia y Carmen Tiupul, segunda vicepresidenta. Este bloque oficialista logró presidir comisiones estratégicas como Régimen Económico (Nathaly Farinango) y Desarrollo Económico (Valentina Centeno), claves para tramitar proyectos económicos urgentes del presidente Daniel Noboa.
RC, con 66 votos, aseguró seis presidencias, incluyendo Fiscalización y Control Político, fortaleciendo su rol de oposición. Sin embargo, la bancada expresó discrepancias por el manejo de la sesión inaugural, liderada por Annabella Azín, madre de Noboa, quien optó por la vocalía del Consejo de Administración Legislativa (CAL) en lugar de la presidencia, cedida a Olsen.
Pachakutik, con nueve curules, obtuvo cuatro presidencias, mientras el Partido Social Cristiano (PSC), con cuatro asambleístas, quedó relegado a una presidencia, generando tensiones. Jaime Estrada (RC, Manabí) criticó la hegemonía del oficialismo, afirmando que “el Gobierno baraja todas las cartas”. Pablo Jurado (ADN, Imbabura) destacó que los legisladores fueron asignados según sus aspiraciones, aunque no todos alcanzarán liderazgos.
Las negociaciones, marcadas por cabildeos previos en Carondelet, enfrentaron acusaciones de un supuesto delito de rebelión, denunciado por ADN contra sectores de RC, lo que tensó el arranque legislativo. A pesar de ello, la conformación de comisiones avanza, con ADN y RC dominando la agenda, aunque dependen de minorías para alcanzar los 77 votos necesarios para mociones clave. Este reparto refleja un bipartidismo polarizado, con desafíos para garantizar gobernabilidad en un periodo legislativo de cuatro años.