El centro de Guayaquil, corazón comercial de la ciudad, enfrenta una crisis sin precedentes debido a las extorsiones que han disparado el cierre de negocios y la desocupación de locales. En el Distrito 9 de Octubre, que abarca sectores clave como la avenida 9 de Octubre y la Bahía, se reportaron 130 casos de extorsión en lo que va de 2025, según datos de la Policía Nacional. Calles como Quito, Machala, 6 de Marzo y Vélez exhiben numerosos letreros de “se alquila” o “se vende”, evidenciando el impacto económico de esta ola de inseguridad.
Comerciantes relatan que las extorsiones, a menudo acompañadas de amenazas violentas, han obligado a muchos a cerrar sus puertas. Un caso reciente en la calle Ayacucho, donde delincuentes dejaron un panfleto exigiendo $10,000 tras una explosión en una mueblería, refleja la gravedad del problema. La vocera del Frente Único de Comerciantes de la Bahía señaló que la Policía reconoce la magnitud del problema, pero la respuesta ha sido insuficiente, dejando a los negocios a merced de bandas criminales como Los Choneros.
La situación ha generado pérdidas económicas significativas, con algunos comerciantes reportando caídas de hasta el 60% en sus ventas. La inseguridad, sumada a otros factores como los cortes de energía, ha agudizado la crisis, llevando a muchos a optar por el comercio informal o abandonar la zona. Mientras el gobierno de Daniel Noboa promete combatir las economías criminales, los guayaquileños exigen acciones concretas para restaurar la seguridad y revitalizar el casco comercial, que enfrenta el riesgo de convertirse en un área fantasma.