Cientos de turistas, mayormente de Quito, abarrotaron Fritadas Amazonas en la Panamericana E-35, Atuntaqui, durante el feriado. Platillo desde $7 con fritada, aguacate, habas, choclo, papas, tostado y limonada atrajo filas interminables; trabajadores no paraban de servir.
Fundado por Marujita Rodríguez en calle Amazonas con ventas en canasta, evolucionó a choza, bus adaptado y ahora tres cuadras. Familia indígena resalta cerdo como símbolo festivo; redes sociales impulsaron reactivación post bloqueos.
Maruja Rodríguez, de familia humilde en Atuntaqui, ayudaba a su madre con tortillas y a su padre con tejidos. Hace más de 40 años, con su esposo, inició Fritadas Amazonas en un cuarto de la calle Amazonas, fusionando recetas familiares para una fritada única. Vendía ambulante en plazas de toros con balde de hierro, superando días sin ventas por persistencia y boca a boca.
El negocio creció: compraron terreno en Panamericana Norte, adaptaron un bus viejo como comedor. Hoy, con cinco locales y más de 30 empleados, usa leña y pailas de bronce para mantener sabor ahumado. Inspirada en generar empleo, transformó un puesto en cadena familiar con raíces indígenas y tradición serrana.
Reconocimientos incluyen Certificado de Excelencia TripAdvisor 2018, mejor restaurante ecuatoriano y ranking internacional de platos de cerdo. Con cinco hijos, su legado perdura en platos como super bandejas, valorando sabores ecuatorianos y creando oportunidades en Imbabura.
Movimiento volvió como en fines de semana previos al paro. Este 4 de noviembre espera retorno de viajeros.
