Guayaquil sufre congestión vehicular severa, con conductores perdiendo hasta dos horas diarias en el tráfico, especialmente en horas pico, según usuarios. En 2022, la ciudad registró 54 horas anuales perdidas por persona, superada por Quito con 70 horas, según el Global Traffic Scorecard de Inrix. Usuarios como Luz Castro afirman que trayectos de 10 minutos ahora toman 20 a 30 minutos en el mejor de los casos, y hasta el doble en rutas largas como desde el sur hasta la avenida Narcisa de Jesús.
El crecimiento del parque automotor, que supera los 700,000 vehículos (60% de cuatro ruedas), y la falta de soluciones viales agravan el problema. Avenidas como Narcisa de Jesús, de las Américas y Boyacá son puntos críticos, especialmente en sectores como Mucho Lote 2. Yulema Laguasig, quien cambió su auto por la Metrovía, reporta que un trayecto de 30 minutos sin tráfico se duplica o triplica entre semana. La reciente apertura de un paso elevado en la avenida de las Américas alivia parcialmente el flujo hacia el aeropuerto y Samborondón.
Factores como el aumento poblacional, el comercio navideño y eventos como elecciones o lluvias intensifican la congestión. En 2024, jornadas electorales y fuertes lluvias generaron demoras de más de 40 minutos, con siniestros de tránsito reportados. La Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) despliega agentes y patrulleros, pero la falta de sincronización de semáforos y cierres viales, como en la avenida Pedro Menéndez Gilbert, complican la movilidad. Usuarios de la Metrovía también enfrentan largas esperas en paradas durante horas pico.
Expertos y ciudadanos urgen transporte masivo y movilidad sostenible para reducir el caos. La ATM reporta cierres frecuentes en avenidas clave como Malecón Simón Bolívar y 25 de Julio por eventos o protestas, sugiriendo rutas alternas. La Alcaldía invierte en soluciones como el paso elevado, que beneficia a 104,000 vehículos diarios, pero el crecimiento del parque automotor y la falta de planificación integral persisten como desafíos.
La situación afecta la calidad de vida y la productividad. Conductores piden más control de tránsito, mejores semáforos y opciones como la troncal 4 de la Metrovía, que conectará el suburbio con el centro desde enero de 2025. Mientras tanto, la congestión sigue siendo un “martirio” diario, con llamados a la acción para una ciudad donde el tráfico no solo retrasa, sino que genera estrés y pérdidas económicas.