El presidente vitalicio de Mushuc Runa, Luis Alfonso Chango, volvió a encender el debate en el fútbol ecuatoriano con fuertes declaraciones contra la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) y su presidente, Francisco Egas.
En diálogo con el periodista Fabián Gallardo para el medio Mundo Deportivo EC, el dirigente tungurahuense expresó su inconformidad con la actual gestión federativa, cuestionando su manejo económico, sanciones disciplinarias y liderazgo institucional.
“Nosotros no necesitamos ayuda. Lo que deben hacer los directivos es actuar con rapidez. Ayuda sería que lo hagan en las categorías inferiores, que no seamos objetivo de sanciones por los hinchas. Hacen sancionar a los equipos locales cuando vienen los hinchas visitantes”, afirmó Chango, refiriéndose a decisiones arbitrales y disciplinarias que, según él, afectan de manera injusta a clubes como Mushuc Runa.
El dirigente también apuntó a la distribución de recursos por parte de la FEF, poniendo en duda la equidad del reparto: “La FEF no sé qué hace con los dineros de la clasificación o taquillas. A otros equipos sé que da entre 15.000 y 20.000 dólares. A nosotros nada, porque creo que no somos partidarios de él”.
Con tono desafiante, Chango dejó claro que no participará en ningún evento de la selección nacional mientras Egas continúe en el cargo: “Así me inviten, en la administración de Francisco Egas, no iré al Mundial. Así me inviten no iré, porque después van a decir que estoy reclamando que me inviten. Tampoco he ido a los de local. Ese liderazgo está totalmente equivocado”.
La crítica más polémica llegó al hablar del futuro institucional del fútbol nacional, al plantear abiertamente la necesidad de eliminar la actual estructura de la LigaPro: “La LigaPro debería desaparecer en los próximos años. La FEF no, por temas FIFA, debe haber. Acá lo que se necesitan son líderes independientes que trabajen para todos los clubes ecuatorianos”.
Las declaraciones del dirigente del “Ponchito” se suman a una larga serie de pronunciamientos críticos hacia la cúpula del fútbol ecuatoriano, reflejando la fractura institucional entre ciertos clubes y la dirigencia nacional. En medio del proceso clasificatorio al Mundial 2026 y con varios frentes abiertos, estas expresiones vuelven a colocar el foco sobre la gobernanza del balompié tricolor.