El trigésimo sexto reporte del Observatorio de Conflictos Mineros (OCM), presentado el 17 de julio de 2025, advirtió que la minería ilegal en Perú está atrayendo a jóvenes a abandonar su educación por altas ganancias inmediatas. Aunque los conflictos sociales disminuyeron a 143 este año, la Minería Artesanal y en Pequeña Escala (MAPE) se expande rápidamente, según el investigador Daniel Hernando.
Las concesiones mineras formales ocupan 19,9 millones de hectáreas, el 15,51% del territorio peruano, con regiones como Apurímac y La Libertad superando el 50% de su área. Sin embargo, muchas de estas áreas presentan actividad informal, donde los jóvenes priorizan ingresos elevados sobre su desarrollo educativo, ignorando riesgos a su salud.
Hernando señaló que la minería ilegal ofrece una solución a corto plazo en regiones con pocas oportunidades, pero introduce a los jóvenes en entornos de violencia, alcoholismo y abandono escolar, agravando la vulnerabilidad de estas zonas. La falta de educación y los peligros laborales son consecuencias directas de esta “introducción prematura”.
La minería informal también atrae otras actividades ilícitas, como pesca ilegal, cultivos de coca y crimen organizado, creando un ciclo de ilegalidad. “Las actividades ilícitas llaman a otras actividades ilícitas”, afirmó Hernando, destacando la interconexión de estos problemas.
El reporte del OCM subraya la necesidad de políticas que contrarresten el impacto de la minería ilegal, promoviendo educación y alternativas económicas sostenibles para evitar que los jóvenes peruanos sigan siendo captados por estas redes, que comprometen su futuro y el desarrollo de las regiones afectadas.