Petroecuador declaró en emergencia las operaciones de la Refinería de Esmeraldas y su infraestructura el 30 de abril de 2025, tras un sismo de magnitud 6,1 que el 25 de abril afectó la provincia. Según un oficio del gerente de Refinación, Ricardo Villalva, el movimiento telúrico comprometió la integridad de las instalaciones, dañando unidades no catalíticas 1, 2 y 3, la unidad de generación de vapor, electricidad y combustible, así como las unidades de tratamiento de agua, efluentes, transferencia y almacenaje. La empresa suspendió operaciones para evaluar daños y garantizar la seguridad, aunque asegura que el abastecimiento de combustibles está garantizado.
El sismo, con epicentro a 8,5 km al noroeste de Esmeraldas, dejó al menos 22 heridos, 540 damnificados y daños en 135 viviendas, según la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos. Además, afectó el 90% de los servicios eléctricos y de telecomunicaciones en la zona, que fueron restablecidos parcialmente. Petroecuador reinició el bombeo de crudo por el Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y el poliducto Esmeraldas-Santo Domingo-Quito tras verificar su integridad, pero la refinería, con capacidad de 110.000 barriles diarios, permanece paralizada mientras se realizan inspecciones técnicas.
La emergencia, formalizada mediante la resolución 042-DG-2025, busca agilizar la contratación de servicios para rehabilitar la refinería, priorizando la seguridad del personal y las instalaciones. El viceministro de Hidrocarburos, Guilhermo Ferreira, y la ministra de Energía, Inés Manzano, recorrieron el complejo el 26 de abril para supervisar las evaluaciones. La Asociación de Distribuidores de Combustibles advirtió sobre la necesidad de anticipar importaciones para evitar desabastecimiento, dado que la refinería lleva cuatro días sin operar. Este evento agrava los retos de Petroecuador, que ya enfrentó mantenimientos prolongados en 2024 y una caída del 7,22% en la producción petrolera en el primer trimestre de 2025.