El presidente de EE. UU., Donald Trump, reconoció el 5 de agosto de 2025 en CNBC que los trabajadores migrantes, expulsados bajo su política migratoria, son difíciles de reemplazar en sectores como la agricultura. “La gente de las ciudades no hace ese trabajo; los migrantes lo hacen de forma natural”, afirmó.
Trump aseguró que su Administración deporta principalmente a “criminales”, pero está trabajando con agricultores para evitar perjuicios, prometiendo nuevas reglas. “Son una parte importante del país; no haremos nada que los perjudique”, dijo, destacando la importancia del sector agrícola.
El mandatario se mostró abierto a permitir el regreso legal de algunos migrantes deportados tras un proceso de evaluación. “Los enviamos de vuelta, estudian, aprenden y regresan legalmente”, explicó, buscando mitigar el impacto económico en sectores como agricultura, hotelería y ocio.
El reciente informe de empleo de julio, criticado por Trump por mostrar solo 73,000 nuevos puestos y una caída de 1.7 millones de empleos de extranjeros, evidencia los efectos de las deportaciones, impulsando ajustes para balancear la política migratoria con las necesidades económicas.
