El coronel retirado del Ejército venezolano, Ángel Alberto Bellorín, expresó una firme convicción sobre el reciente Premio Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado. Según Bellorín, el galardón constituye una “respuesta calculada” del Reino de Noruega, en plena sintonía con su gobierno y el comité del Nobel, ante lo que él denomina la “traición” y los “reiterados y continuados fraudes” de Nicolás Maduro. El militar retirado sostiene que el régimen chavista ha burlado “la buena fe y reputación” de Noruega como mediador confiable en conflictos internacionales, haciendo referencia directa al incumplimiento del Acuerdo de Barbados de octubre de 2023.
Bellorín considera que la solidez de la lucha emprendida por María Corina Machado proporcionó el mérito suficiente para que Noruega decidiera pasar de la mediación fallida a una acción de “giro moral a 180 grados” para contribuir a la solución del conflicto venezolano a través de otro tipo de presión. El coronel subraya que la paciencia noruega fue desbordada no solo por el incumplimiento del Acuerdo de Barbados, sino también por las previas “inmoralidades” contra la líder opositora antes de las elecciones presidenciales y el “inmenso fraude comprobado” posterior al 28 de julio de 2024. Bellorín asume que incluso la “grotesca toma del poder negado” el 10 de enero de 2025 fue el catalizador para que Noruega publicara un mea culpa en junio, paso que, a su juicio, antecedió la gestación del Nobel a Machado.
El coronel pide enfocar el análisis en la motivación del Comité del Nobel, la cual califica como un “enjundioso comunicado” que, de forma inédita, presenta un “fiel retrato del poder usurpado”. Cita los párrafos donde el Comité describe a Venezuela como un país que pasó de ser democrático a un “Estado brutal y autoritario” con una crisis humanitaria y económica severa. Según Bellorín, este comunicado se lee como “una sentencia al poder usurpador y a la vez una confesión de la dura factura que Noruega le pasa a Maduro en estos momentos”. Las respuestas del régimen, como la apresurada creación de un “premio Chávez por la paz”, confirman la afectación de este golpe, mostrando cómo los mediadores del Acuerdo de Barbados están “cobrando cuentas acumuladas” a un régimen que ha burlado los principios de convivencia internacional.
