El conflicto por la venta de objetos personales de la difunta Amy Winehouse se trasladó al Tribunal Superior de Londres, donde su padre, Mitch Winehouse, presentó una demanda por 730.000 libras esterlinas contra dos antiguas amigas y compañeras de piso de la cantante: Naomi Parry y Catriona Gourlay. Mitch Winehouse alega que las mujeres vendieron indebidamente artículos que pertenecían al patrimonio familiar durante subastas realizadas en 2021 y 2023. Cientos de pertenencias de la artista fueron puestas a la venta internacional, generando ingresos millonarios que en parte se destinaron a la Fundación Amy Winehouse. Durante la audiencia, Mitch reconoció que vender los objetos fue “de mal gusto”, mientras que su hijo Alex Winehouse declaró que su padre fue “poco sincero” respecto a la magnitud real de la subasta.
Las demandadas, Parry y Gourlay, defendieron su actuación, afirmando que Winehouse era extremadamente generosa y que les había regalado gran parte de la ropa y accesorios subastados, actuando conforme al intercambio habitual entre amigas cercanas. La defensa sostiene que la cantante solía obsequiar sus objetos personales, lo que legitima su posesión. La subasta de 2021, que incluyó más de 800 artículos en total, contenía alrededor de 150 piezas reclamadas por las amigas, entre ellas un minivestido de seda usado por la artista en su última actuación en Belgrado, que se vendió por 243.200 dólares. La relación entre el padre de la artista y las excompañeras se rompió a raíz de las ventas.
