El asesinato del futbolista Mario Alberto Pineida Martínez, ocurrido la tarde del miércoles 18 de diciembre de 2025 en el norte de Guayaquil, ha dado un giro tras las primeras investigaciones policiales. Según el reporte oficial, el verdadero objetivo de los sicarios habría sido su acompañante, Gisella Fernández Ramírez, de nacionalidad peruana, quien mantenía una relación sentimental con el deportista desde hace varios meses. Los hechos se suscitaron en el sector de Samanes 4, mientras las víctimas se encontraban comprando una pierna de cerdo para una cena navideña familiar. Testigos y allegados indicaron que Fernández se dedicaba al comercio de dispositivos móviles y al otorgamiento de préstamos informales, manejando considerables sumas de dinero en efectivo. Esta actividad económica, sumada a presuntas amenazas previas vinculadas a deudas y conflictos financieros, se perfila como la principal motivación del ataque violento que terminó con la vida de ambos ciudadanos en el sitio.
Durante la inspección técnica en la escena del crimen, agentes de Criminalística recolectaron un total de 17 vainas percutidas de calibre 9 milímetros, lo que evidencia la letalidad de la emboscada perpetrada por sujetos que se movilizaban en dos motocicletas. La madre del lateral de Barcelona Sporting Club, quien también se encontraba en el lugar al momento de las detonaciones, resultó herida y fue trasladada de urgencia a una casa asistencial. Pineida, de 33 años, se encontraba en una etapa de transición profesional, pues mantenía conversaciones avanzadas para unirse al Club Sport Emelec en la temporada 2026 tras haber reclamado pagos adeudados en su actual equipo. El vehículo en el que se transportaba la pareja, una camioneta de alta gama, habría sido entregado recientemente como parte de pago por una deuda económica. Las autoridades continúan con el rastreo de los responsables mediante la explotación de cámaras de seguridad y el análisis de los dispositivos móviles incautados.
