En su reciente intervención ante la prensa y la ciudadanía, Vladímir Putin fijó su postura sobre la posible convocatoria a elecciones presidenciales en Ucrania. Aunque reconoció la necesidad de que el gobierno de Kiev recupere la “legitimidad”, marcó líneas rojas estrictas respecto a la operatividad militar y la logística electoral.
🗳️ Seguridad limitada y cese al fuego
Putin se mostró abierto a una tregua mínima, pero rechazó una interrupción prolongada de la guerra:
- Tregua de un día: Propuso abstenerse de realizar ataques en la retaguardia exclusivamente durante la jornada de votación.
- Sin pausa militar: Descartó un cese total de las hostilidades, advirtiendo que los comicios no deben ser utilizados por Volodímir Zelenski como una estrategia para frenar el “avance imparable” de las fuerzas rusas.
- El reclamo de legitimidad: Afirmó que, sin elecciones, es imposible que las autoridades ucranianas sean consideradas legítimas de una vez por todas.
👥 El voto de los ucranianos en Rusia
Uno de los puntos más polémicos de su declaración fue la exigencia sobre el padrón electoral fuera de las fronteras ucranianas:
- Cifras en disputa: Putin estimó que en territorio ruso viven entre cinco y diez millones de ciudadanos ucranianos con derecho al sufragio.
- Exigencia soberana: Aseguró que Moscú tiene el derecho de exigir que estos ciudadanos puedan votar dentro de la Federación Rusa en caso de que se organicen los comicios.
- Comparativa electoral: Recordó que Rusia ha realizado votaciones en las zonas ocupadas durante los últimos cuatro años, acusando a Kiev de intentar socavar esos procesos con ataques directos a colegios electorales.
🏳️ La presión internacional
El debate sobre las elecciones en Ucrania ha tomado fuerza tras la insistencia del presidente estadounidense, Donald Trump, quien sostiene que la guerra está siendo utilizada para aplazar el proceso democrático. Por su parte, Zelenski ha condicionado la convocatoria a que Occidente proporcione garantías reales de seguridad frente a la amenaza de los bombardeos rusos.
Para Putin, la pelota está en el tejado de Kiev, aunque su negativa a detener la ofensiva principal plantea un escenario logístico casi imposible para cualquier proceso electoral transparente en las actuales condiciones de combate.
