El presidente Donald Trump anunció el 16 de julio de 2025 en Truth Social que Coca-Cola acordó reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF) por azúcar de caña en sus bebidas en EE. UU., calificándolo como “una muy buena decisión”. La empresa no confirmó el cambio, pero agradeció el entusiasmo de Trump y prometió detalles sobre nuevas ofertas.
El JMAF, usado desde los años 70 por subsidios al maíz y aranceles al azúcar, contiene fructosa y glucosa libres (55/45 en refrescos), mientras que la sacarosa de caña tiene ambos azúcares químicamente unidos. Una revisión de 2022 encontró que no hay diferencias significativas en salud entre ambos, salvo un leve aumento en un marcador inflamatorio con JMAF.
El cambio, impulsado por el movimiento “Haz que Estados Unidos vuelva a ser saludable otra vez” de Robert F. Kennedy Jr., no afectará a la Coca-Cola Light, endulzada con aspartamo, un posible carcinógeno según la IARC, y favorita de Trump, quien reinstaló un botón para pedirla en el Despacho Oval.
Coca-Cola mexicana, con azúcar de caña, es valorada en EE. UU. por su sabor “natural” y precio más alto. Sin embargo, el cambio podría impactar a los productores de maíz del Medio Oeste, un bastión de apoyo a Trump, debido a la menor demanda de JMAF.
La falta de confirmación oficial de Coca-Cola genera incertidumbre sobre la implementación del cambio. La empresa, desde Atlanta, se limitó a destacar su compromiso con la innovación en su portafolio de productos.
Este anuncio refleja la intención de Trump de influir en la industria alimentaria, aunque los beneficios para la salud pública no están claros, dado que ambos edulcorantes tienen impactos similares en obesidad y salud cardíaca cuando se consumen en igual cantidad.
