El 2 de agosto de 2025, un derrumbe en la mina Amayapampa, Chayanta, Potosí, mató a cinco mineros que buscaban oro bajo la tradición “Paqoma”, informó la Policía. El incidente, a 300 km de Potosí, ocurrió el viernes, causado presumiblemente por el colapso de una porción del yacimiento, según el comandante Fernando Benítez, quien señaló asfixia por aplastamiento como causa de muerte.
Solo dos víctimas han sido identificadas. Tres cuerpos fueron trasladados a una morgue cercana, mientras los otros dos fueron retirados por familiares. Los mineros, no empleados del yacimiento, tenían autorización para operar entre el 31 de julio y el 1 de agosto. Amayapampa, explotada a cielo abierto por la Corporación Minera de Bolivia, es el mayor yacimiento aurífero de la región.
El accidente refleja la alta siniestralidad en cooperativas mineras bolivianas, que operan en yacimientos marginales con mínimas condiciones laborales, siendo vulnerables a derrumbes, intoxicaciones por gases y explosiones, como el caso de marzo en La Paz, donde murieron cinco mineros.
