En un evento de alto perfil, el presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk se reencontraron en el funeral de Charlie Kirk en Glendale, Arizona. El emotivo acto, que reunió a más de 70.000 personas en el State Farm Stadium, fue el escenario de la reconciliación entre los dos hombres, quienes se estrecharon la mano y mantuvieron una conversación privada. Este encuentro se produce tras una pública confrontación en la red social X, en la que Musk criticó el plan fiscal de Trump y insinuó que este podría ser juzgado por la información de los archivos de Jeffrey Epstein.
La relación entre Trump y Musk, que en el pasado fue una alianza estratégica en la que el magnate fue nombrado jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, se había deteriorado por diferencias políticas y personales. La presencia de ambos en el funeral de Charlie Kirk, un activista conservador que fue asesinado a tiros en un debate en la Universidad de Utah, ha sido interpretada como un gesto de unidad entre las principales figuras del conservadurismo en Estados Unidos. El funeral, que contó con la participación de líderes republicanos, fue un evento de gran tensión, con un estricto operativo de seguridad.
