El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido condenado a cinco años de prisión por asociación ilícita, en un nuevo revés judicial relacionado con la presunta financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007 por parte de Libia. El tribunal de París, que ordenó la aplicación provisional de la pena, estableció que, aunque no se pudo probar que el dinero libio se usara para la campaña, el exmandatario de 70 años permitió que sus colaboradores “obtuvieran apoyos financieros” de manera ilegal.
Esta es la tercera condena contra Sarkozy, quien ya había sido sentenciado previamente por corrupción y tráfico de influencias. Pese a las condenas, el exmandatario, que siempre ha defendido su inocencia, nunca ha entrado en prisión. En 2024, se convirtió en el primer expresidente en portar una tobillera electrónica entre enero y mayo, aunque obtuvo la libertad condicional debido a su edad.
El caso se basó en testimonios de ex dignatarios libios y en evidencia de transferencias de dinero. La sentencia se produce en un momento de gran controversia, ya que uno de los testigos clave, el empresario Ziad Takieddine, falleció el martes. Takieddine había afirmado en varias ocasiones que entregó a Sarkozy y a su equipo hasta cinco millones de euros provenientes del ex dictador libio Muamar Gadafi, aunque posteriormente se retractó y luego se contradijo.
Junto a Sarkozy, también fueron condenados su ex mano derecha, Claude Guéant, a seis años de prisión y el ex ministro Brice Hortefeux a dos años, ambos por asociación ilícita. A pesar de sus problemas legales, Nicolas Sarkozy sigue siendo una figura influyente en la política francesa, manteniendo una relación cercana con el actual presidente, Emmanuel Macron.
