El Parlamento griego aprobó este viernes una enmienda que impide a migrantes irregulares del norte de África solicitar asilo, permitiendo su detención y devolución a sus países de origen. Impulsada por el gobierno de Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis, la medida, vigente por tres meses, responde al arribo de 2,000 migrantes a Creta en una semana.
El ministro de Migración, Thanos Plevris, justificó la norma como respuesta urgente a la llegada de 9,000 migrantes en 2025, frente a 4,000 en 2024, advirtiendo que tres millones esperan en Libia. La oposición izquierdista, liderada por Syriza, la calificó de inconstitucional y violatoria de la Convención de Ginebra y la Carta de la UE, acusándola de legalizar “devoluciones en caliente”.
ACNUR y el Consejo de Europa criticaron la medida por contravenir el principio de no devolución y el Convenio Europeo de Derechos Humanos. El gobierno asegura cumplir con el derecho internacional, calificando la norma como temporal para disuadir a traficantes, mientras planea centros de detención especiales, según Kathimerini.
La Comisión Europea respaldó la decisión, citando la situación “excepcional” en Libia. La enmienda, apoyada por la mayoría parlamentaria, busca reforzar la seguridad migratoria, pero enfrenta cuestionamientos por su impacto en los derechos humanos.
